Bugatti es una de las pocas firmas que son capaces de reducir su gama a un sólo modelo durante años y con una producción muy contenida

En las marcas es muy común diseñar concepts o renders en los que basar líneas de diseño o productos futuros, pero que no siempre salen a la luz. En Bugatti, donde la inversión en desarrollo e innovación es increíblemente superior al de otras marcas, esto supone un coste que debe generar rentabilidades futuras (no siempre económicas) en los modelos que serán ofrecidos a los clientes. El coste de diseño de un prototipo es enorme y normalmente si no son producidos como tal, es porque han servido de “mula de diseño”. ¿Por qué Bugatti llegó a diseñar tres prototipos que no llegaron a producirse?
Esto es debido al estallido de la trama DieselGate, que golpeó duramente la estabilidad financiera del grupo Volkswagen, al que pertenece Bugatti, y que supusieron que se paralizaran todos los proyectos.
Tras la polémica del DieselGate, el entonces director general de Bugatti, Wolfgang Dürheimer, cambió la estrategia de la marca hacia una que buscase el punto de equilibrio financiero con el fin de no suponer un gasto al grupo VAG ya que sabrían que, al ser la marca con menos beneficios del grupo, serían los primeros en vender.
Afortunadamente, el grupo salió adelante y la marca Bugatti siguió formando parte del conglomerado alemán. En esta nueva etapa, estamos viviendo la segunda vida de la Bugatti moderna, dirigida por el actual CEO, Stefan Winkemann, que tras su experiencia como director de Lamborghini, conoce la viabilidad y el modelo de negocio basado en ediciones limitadas y versiones one-off y la está implementando con éxito. Así como hizo con el Sesto Elemento, el Centenario, el Aventador J o el Veneno, durante su carrera en Lamborghini.
Ahora, en Bugatti, se ha presentado el Centodieci como primera versión one-off de Bugatti y La Voiture Noire en honor al Type 57 Atlantic que desapareció en 1938 de camino a Burdeos y que a día de hoy sigue siendo un misterio sin resolver.
En homenaje a esta nueva etapa de Bugatti, hemos querido presentaros tres prototipos que nunca vieron la luz.
BUGATTI W16 COUPE REMBRANT
Estaríamos hablando del escalón por encima del Chiron actual, del que sólo hereda su mecánica 8.0 W16 con tubos y 1600 CV, ya que el coche estaría rediseñado por completo y que tendrían un coste de 20 millones de euros.
Bugatti lanzó La Voiture Noire, que recoge parte del testigo del Rembrant y que estéticamente tienen ciertas similitudes en cuanto a diseño exterior e interior. El precio fue más contenido pero sobrepasaba con creces los 11 millones de euros.
BUGATTI BARCHETTA
La idea de crear una versión speedster en Bugatti, comenzó en 2004 cuando Anscheidt propuso una versión del Veyron sin parabrisas ni techo. Algo que nunca se materializó ni siquiera en maqueta a escala, y que ahora gracias a las herramientas digitales, hemos podido conocer cómo sería el Barchetta de Bugatti, pero esta vez, sobre el modelo actual Divo.
Otra de las propuestas fué crear un modelo aún más exclusivo que el Chiron (si es que es posible imaginarlo) que se llamaría Royale y supondría la versión más lujosa de la gama.
BUGATTI ATLANTIC
Nos encontramos ante el único prototipo que llegó a materializarse a escala 1/1 para muestra, en este caso, apareciendo en 2015 en el Concurso de Elegancia de Pebble Beach, y que hace honor en diseño y nombre al mítico Atlantic Type 57, uno de los Bugatti más emblemáticos de la historia de la marca.
Es el primer Bugatti de la era moderna con motor ubicado al frente, como el modelo en el que está basado, y se trata de un V8 del grupo Volkswagen con cambio transaxle y tracción trasera.
La carrocería está fabricada íntegramente en fibra de carbono, igual que monocasco sobre el que va anclada, para combinar rigidez con una increíble ligereza si tenemos en cuenta que es un vehículo de grandes dimensiones.